Historia del Tango – Parte 11: José Martínez. El gran intuitivo.
Fue un gran pianista y compositor que ha dejado tangos perdurables, en versiones que todavía escuchamos y nos gusta bailar, a pesar de que no sabia escribir música ni la estudió formalmente.
Se lo conocía en el ambiente por el apodo de El Gallego, a lo que él respondía: «Eso es antojadizo, soy porteño. Llevo apellido español pero mis padres, mis abuelos y bisabuelos eran argentinos».
Sin haber estudiado música, ejecutaba de oído y sin embargo fue muy buen instrumentista y mejor compositor; como no sabía escribirlas, sus creaciones las pasaban al papel otros músicos entre los cuales estaban Eduardo Arolas, Augusto Berto, Agustín Bardi y Francisco Canaro.
Era un gran intuitivo, que aprendió a tocar el piano mirando cómo tocaban sus amigos.
Solía inventar la melodía de sus composiciones improvisando durante sus conciertos.
En un momento integró una formación junto a Francisco Canaro, quien le llevó al papel su primera obra: “Pura uva”
Músicos como Eduardo Arolas, Osvaldo Fresedo, Bachicha Deambroggio, Tito Roccatagliata, Pedro Polito, Agesilao Ferrazzano, Julio Doutry, Leopoldo Thompson, Alejandro Michetti, integran esa formación.
Los pianistas son el propio Firpo y José Martínez.
El problema vino cuando José Martínez decide formar orquesta propia para debutar con ella en el cabaret L’Abbaye, de la calle Esmeralda. Y esa sí que fue una lamentable baja.
Lo suplanté con Luis Riccardi, pianista de estudios y buena técnica… y me tuve que aguantar las quejas de la muchachada del Royal. Notaban el cambio y echaban de menos el típico compás de Martínez. ¡Me costó un triunfo ir convenciendo a la clientela del cabaret!
Martínez también se dedicó un tiempo a tocar con varias compañías teatrales de éxito, y en una de ellas, “El Gran Premio Nacional”, estrenaría su hermoso tango “Polvorín”, dedicado a un caballo de carreras, con letra de Manuel Romero, grabado por Gardel en 1922.
Gardel también le grabaría “De vuelta al bulín”, con letra de Pascual Contursi.
En 1918 formó parte junto a Francisco Canaro, Vicente Greco, Rafael Tuegols, Luis Teisseire y Samuel Castriota del grupo que se reunía en un sótano de Florida al 300 para dar forma a una organización que defendiera sus derechos y en 1920 integró el primer directorio de la entidad que con el tiempo devendría la actual SADAIC.
A fines de 1928 se retiró de la actividad musical.
Moriría a los 49 años, pero nos dejó una serie de tangos que enriquecen los suelos de las milongas por su belleza.
“Pablo” | Dedicado a Pablo Podestá. | Por Anibal Troilo y su Orquesta Típica, 1943. | Más acerca de este tango |
“Canaro” | Dedicado a Francisco Canaro. | Por Juan D’Arienzo y su Orquesta Típica, 1941. | Más acerca de este tango |
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“Punto y coma” | Por Osvaldo Pugliese y su Orquesta Típica, 1948. | Más acerca de este tango | |
“El cencerro” | Por Juan D’Arienzo y su Orquesta Típica, 1937. | Más acerca de este tango | |
“La torcasita” | Por Carlos Di Sarli y su Orquesta Típica, 1941. | Más acerca de este tango | |
“Olivero” | Por Osvaldo Pugliese y su Orquesta Típica, 1951. | Más acerca de este tango |
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