Su padre distraía sus ocios ejecutando música en un pequeño bandoneón que poseía.
Domingo, niño aún, aprovechaba sus ausencias y extasiado tomaba el fuelle del que arrancaba fraseos dormilones.
En lo referente a estudios musicales, en verdad nunca los cursó. Bastáronle al respecto sensible vocación y afanosa voluntad.
Se inicia como compositor en 1904, con el tango “Unión Cívica”.