Su registro de tenor, su afinación y su delicado decir fueron virtudes que apreció el maestro Osvaldo Fresedo para convocarlo.
Se constituye junto a Ray, en los dos cantores más representativos de Fresedo. Ningún otro pudo desplazarlos.
Estuvo casi tres años y grabó 28 temas más, entre los cuales sobresale el bellísimo tango “Rosarina linda”.