Como en los casos de Manuel Romero, Luis César Amadori y otros tantos grandes letristas del tango, comenzó con el periodismo y continuó con el teatro, y por este último compromiso artístico llega a la canción.
Desde el comienzo Blomberg fue esencialmente poeta, y así lo reconocieron, aunque mucho tiempo después y con reparo, quienes hicieron de la poesía su vida.
Pero el poeta devino en escritor popular, lugar donde se sintió cómodo e inspirado.