Sus letras no poseen grandes aciertos expresivos y alcanzaron gran popularidad.
Nacido en Buenos Aires, fue un hombre de variadas actividades: violinista en pequeños conjuntos que integró con su hermano Osvaldo Nicolás; cronista del diario La Razón; codirector de la revista Cuentos Cortos; promotor publicitario y hasta productor de especialidades medicinales.
Sus primeras letras de tango datan de los años en que ejerció el periodismo.