En 1946 comenzó a cantar en la orquesta de Rodolfo Biagi.
Con el maestro, graba siete obras que es toda la discografía que realizó.
Entre ellas “Por la güeya”, milonga de Rodolfo Biagi y Homero Manzi.
Carlos Saavedra fue, al decir de su esposa —en un homenaje allá en Bragado—, en diciembre de 1993: «Fue un muchacho bohemio, que no le importaba ganar mucho o poco, jamás pensaba que le iba a pasar algo y que cuando conversaba, hablaba del año 2000».