Este músico hijo de inmigrantes, nacido en la norteña provincia de Tucumán, incursionó en el tango y en el folclore.
Su padre era italiano, él le trasladó su inclinación por la música.
Ya de niño, tocaba la armónica y la guitarra.
Lamentablemente, quedó huérfano a los 12 años y no contó con su madre, de la que casi nada se sabe. Por ese motivo, siendo aún muy joven, salió a la calle a procurarse la subsistencia.
José Luis Padula fue un arquetipo de Buenos Aires, dueño de un extraordinario talento natural, fue un impecable melodista, que sin saber música nos dejó creaciones que vencieron al tiempo y que hoy son auténticos clásicos del Tango.