Fue un cantor con voz muy definida y melodiosa, de gran éxito en los años 30.
De muchacho se pasaba el día cantando y, para sus patrones, eso no se conciliaba con su oficio de pintor de autos y le deparó muchos problemas.
Tuvo gran ascendiente entre el público femenino de esa época. También fue estribillista de Juan Carlos Cobián, Julio De Caro y Carlos Di Sarli.