Mandolina, guitarra y bandoneón fueron los instrumentos que tocó este italiano, nacido en Nápoles, pero su actividad estuvo centrada en la dirección y en la composición musical.
Todos coinciden en que poseía una memoria privilegiada y gran facilidad para retener cualquier música.
Era una pintoresca figura del ambiente teatral, tuvo éxitos resonantes, pues no carecía de buen gusto y una fina intuición para crear melodías agradables.
Entre sus principales obras se encuentra "Ya no cantas chingolo".