En 1936, su amigo Anibal Troilo, quien ya había formado su propia orquesta, convocó a Hugo Baralis.
Esta unión no sólo lo identificaba con la misma sensibilidad musical, también, con los códigos de vida y la bohemia tan especial de esa generación.
Su participación se extendería hasta el mes de agosto de 1943. No obstante, su amistad perduró hasta la muerte de Troilo.