Fue, como ejecutante, un elemento de muy buena técnica y gran dominio del instrumento.
Su tendencia a algunos desbordes efectistas, con cierto recargo de notas —llamadas en el ambiente «verduras»—, no ponen en tela de juicio sus méritos.
Uno de sus alardes de habilidad era el de tocar con dos bandoneones, uno en cada mano, verticalmente apoyados en el suelo.
Alejandro Scarpino fue autor de unos 200 temas, entre ellos “Canaro en París” y “Seguime si podés” con Juan Caldarella.