Nació en el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, en un hogar donde se valoraba la música y en especial el Tango.
A fines de 1943, se produce una situación difícil para Oscar Herrero, es requerido por el inolvidable Alfredo Gobbi para integrar su formación. Pero en el momento de aceptar la propuesta, lo convoca el primer violín de la orquesta de Osvaldo Pugliese, Enrique Camerano, para que ocupara el segundo atril de la misma.
La actitud de Herrero de sumarse a Pugliese produciría un gran enojo en Gobbi, con quien demoraría muchos años en reconciliarse.
Pero el tiempo le daría la razón, permaneció veinticinco años en la orquesta.
Es importante destacar su capacidad creadora: basta con nombrar “Nochero soy”.