Su lenguaje musical, como compositor y como instrumentista, era Tango puro, un lenguaje que la gente de los barrios del Río de la Plata entiende, un lenguaje que fluye sin esfuerzo como agua de manantial.
Su actuación era vibrante, brillante, simple, sin variaciones, muy matizada y colorida.
Se mudó de forma permanente a su casa de Montevideo y formó una orquesta en la que tocaba Edgardo Donato.
En 15 años como compositor, Arolas escribió 120 títulos, de los cuales solo unos 20 son ampliamente conocidos.