Romeo Gavioli representa el arquetipo del estilo de los años cuarenta, su voz reflejando un sentimiento introspectivo que parte de un delicado fraseo y una exquisita musicalidad.
Su forma de interpretación nos transporta a un clima amable, tibio, que nos recuerda a aquellos tenorinos que le precedieron.
En 1939, fue convocado por Edgardo Donato para cantar en su orquesta, junto a los vocalistas, el matrimonio Lita Morales y Horacio Lagos.
La mayoría de los temas que graba, 15 en total, son a dúo o en trío con los otros cantores.
Como solista grabó sólo tres piezas: el vals “Mendocina” entre ellas.