Su fama de buen cantor motiva su primer contrato para grabar discos en la empresa Victor, entre 1911 y 1912. Son diez temas criollos.
Un par de años después registra su voz en los discos de marca ERA.
Viene luego la etapa de su conjunción artística con Carlos Gardel, de la cual decantaría el famoso dúo Gardel-Razzano.
Brindaba José Razzano una espléndida voz de tenor, de perfecta afinación, que amalgamaba perfectamente con el registro de Gardel.
El triunfo y la popularidad de Gardel-Razzano no conoce límites.
Trabajan intensamente. Viajan a Uruguay, Brasil, Chile y España hasta que, al llegar 1925, Razzano, con su garganta seriamente afectada deja de cantar.