Fue, para algunos, el mejor cantor de orquesta que dio el tango, aunque otros grandes vocalistas, como Floreal Ruiz o Roberto Goyeneche, le disputen -en las discusiones de los sabedores- ese cetro.
De clara estirpe gardeliana, registro de tenor y timbre aterciopelado, su apogeo coincidió exactamente con la época de mayor auge del tango: desde su ingreso a la orquesta de Miguel Caló en 1939, hasta su retiro de la de Aníbal Troilo en 1955.
El amplio y variado repertorio de Berón revela su aptitud para captar todos los temas y climas del género.