Fue un gran pianista y compositor que ha dejado tangos perdurables, en versiones que todavía escuchamos y nos gusta bailar, a pesar de que no sabia escribir música ni la estudió formalmente.
Sin haber estudiado música, ejecutaba de oído y sin embargo fue muy buen instrumentista y mejor compositor; como no sabía escribirlas, sus creaciones las pasaban al papel otros músicos entre los cuales estaban Eduardo Arolas, Augusto Berto, Agustín Bardi y Francisco Canaro.