Su estilo estaba enraizado en forma directa a los conjuntos de guitarras clásicos.
En muchas de sus actuaciones agregó al trío o cuarteto de guitarras otros instrumentos de cuerda: contrabajo, violines y violonchelo.
A los doce años despertó su vocación.
Recorrió en giras muchos países de América.
En Cuba logró un éxito arrollador, realizando varios viajes y muchas grabaciones.
Precisamente es durante esas giras cuando Canet compone dos de sus tangos más famosos: “La abandoné y no sabía”, en Chile en 1943.
Fue un prolífico compositor.