Su trayectoria fue de mediana extensión y apenas si llegó al disco con algo más de 20 títulos, de ellos sólo dos fueron tangos y tres valses que solían integrar los repertorios tangueros.
Fue un cantor de agradable tonalidad y delicada coloratura de voz, un tenorino típico de los años treinta, muy suave y afinado.
Junto a Lito Bayardo, escribió la letra de "Flores del alma".