Nació en Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo, en el que convivían criollos e inmigrantes de diferentes orígenes.
En ese activo foco de cultura popular transcurrió su infancia y su adolescencia, convirtiéndose en los años 20 en poeta y letrista de gran popularidad.
Sus tangos, muchas veces sentenciosos y moralizantes, con magistrales descripciones de sus personajes, recurrían abundantemente al lunfardo.
Como en el caso de otros célebres letristas, Flores fue, al mismo tiempo, poeta culto y popular.
De hábitos bohemios, fue también boxeador.
Su mejor etapa creativa abarcó hasta los primeros años 30, pero la vigencia de su obra se mantuvo.
“Corrientes y Esmeralda”, referencia a la famosa esquina de Buenos Aires, es uno de los mayores sucesos de Celedonio Flores.