Néstor Pellicciaro
Néstor comenzó su carrera artística en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático, donde trabajó con la reconocida profesora Lía Sirouyan, quien introdujo el método Jaques Dalcroze en Argentina y desarrolló una disciplina conocida como “ritmo musical”. Para Néstor, esta experiencia fue esencial para satisfacer su necesidad y deseo de explorar y expresar a través del movimiento los estímulos inducidos por la música. Néstor también tomó clases con Néstor Romero en el Centro de Expresión Artística en Buenos Aires, y tuvo papeles principales en muchas obras teatrales y musicales.
En 1989, Néstor estuvo expuesto a la coreografía de Tango durante el ensayo de una base de juego sobre la vida de Eduardo Arolas. Esta experiencia fue fundamental en la vida de Néstor, despertando su interés por el Tango, un baile y música que siente que está lleno de misterio y pasión. Posteriormente, Néstor comenzó a tomar clases de Tango con algunos de los más famosos Maestro Tangueros en Buenos Aires, y poco después comenzó a organizar su propia milonga ‘Los Mareados’. En su estudio de danza, Néstor y Silvina Singer produjeron ‘Tango Project’, un esfuerzo destinado a analizar y resolver las dificultades y problemas que enfrentan los compañeros de baile de tango profesionales. Mientras Néstor ha trabajado, y continúa trabajando, con el gran maestro Tangueros, cree que su experiencia cotidiana trabajando con bailarines en su estudio es lo que más enriquece su experiencia; ya que “los estudiantes, con su afán de aprender, son los principales protagonistas en el desarrollo de la expresión a través del movimiento”.
Como instructor de baile, Nestor ve su papel no como un maestro, sino como un entrenador que alienta a sus estudiantes a buscar y proponer alternativas para expresar con sus cuerpos en movimiento. El enfoque de Nestor es trabajar para ganar conciencia sobre la postura y los puntos de apoyo cuando se baila. Para obtener esta conciencia, Nestor hace que sus alumnos trabajen en una multitud de ejercicios que enfatizan la respiración, el caminar, la conciencia y la sensibilidad del eje (el eje propio, el de su pareja y el de la pareja), las líneas de energía, la disociación en movimiento del parte inferior y superior del cuerpo, y moviéndose en sincronía con la música.
En 2011, Néstor y Marcelo Solis descubrieron que tenían un interés y pasión comunes por desarrollar un espacio para desarrollar y promover el arte de bailar Tango. Ambos coinciden en que el Tango es una de las expresiones más bellas, motivadoras e inspiradoras de las relaciones humanas (“En el tango, somos un reflejo de lo que somos, o queremos ser, en la vida”). Sus conversaciones dieron forma a la formación de la Escuela de Tango de Buenos Aires (ETBA), un proyecto que se concretó el 19 de marzo de 2012.